Cómo me suicidé y perdí la virginidad
Y voy hacia el atentado con el cinturón explosivo demasiado grande por varias tallas y constantemente se me caen los pantalones, y temo que vaya a eructar o toser o estornudar y al final termine siendo uno de esos terroristas torpes que no lograron hacer explotar a nadie excepto a sí mismos
Por: Un musulmán ultraortodoxo
Soñé que era un musulmán ultraortodoxo. Y aunque es decepcionante que el Hadith [textos sagrados del Islam] sea de un nivel mucho más bajo que la Mishná [compilación de leyes judías orales], al menos los musulmanes me respetarán. Y he aquí que anuncian en el campo de refugiados que se necesitan suicidas. Y cada uno dice: por Alá, me encantaría, pero no puedo, estoy trabajando. Vayan a buscar al musulmán ultraortodoxo, que todo el día se mata en el mundo del Islam, y se sienta en la mezquita repitiendo como loro el Corán y no contribuye al PIB. Ni siquiera se alistó en el movimiento de resistencia, el parásito. Y me ponen un cinturón explosivo, pero como no me alisté soy el terrorista más debilucho, y voy hacia el atentado con el cinturón explosivo demasiado grande por varias tallas y constantemente se me caen los pantalones, y temo que vaya a eructar o toser o estornudar y al final termine siendo uno de esos terroristas torpes que no lograron hacer explotar a nadie excepto a sí mismos, y de hecho este pensamiento me resulta bastante gracioso, y me contengo terriblemente tratando de pensar en cosas tristes como la Nakba [éxodo palestino] y la Naksa [derrota árabe] y el desastre y toda la desgracia, pero por supuesto eso es exactamente lo que sucede, y de tanta risa me orino en los pantalones, el cinturón se moja - y boom. Bueno, al menos según la Sharia todavía cuento como mártir, y no perdí las setenta vírgenes. No hay que contarle a nadie lo que realmente pasó, y a las vírgenes les diré que fui un héroe de guerra - todo un hombre.
Y empiezo a planear qué hacer con las vírgenes, porque en realidad, no es tan simple como suena y no conviene cometer errores al principio. Incluso con una suposición muy optimista de que tendré potencia viril para cuatro veces al día, eso todavía significa que cada una tendrá sexo menos de una vez cada dos semanas, y eso puede causar problemas, sin mencionar a las lesbianas. Basta una para corromper a todas las demás. Y ni hablar de que tal vez ni siquiera se me pare con las menos atractivas, porque hay algunas con bigote, y esa es una receta para insultos y peleas y complicaciones que pueden convertir el paraíso en infierno. Sin mencionar cómo será con 70 mujeres que tienen la menstruación juntas. Y en general, es muy difícil con vírgenes, es una pesadilla. Tengo que empezar a darles una conferencia sobre la sexualidad femenina, de lo contrario habrá problemas. Y quién sabe si estaré a la altura de las expectativas. Y he aquí que llega el ángel encargado del harén, y le susurro: me da vergüenza preguntar, pero ¿hay Viagra aquí? Y el ángel se ríe: no es lo que te imaginas. Y pregunto: ¿qué quieres decir? Y el ángel pregunta: ¿quieres amor o solo sexo? Trajimos mujeres del tipo que puede amarte, no querrás violarlas, ¿verdad? Y digo: Dios me libre, yo respeto mucho a las mujeres. Y el ángel se ríe: Ya verás cuánto las respetarás. Son izquierdistas pesadas. Y cierra la puerta detrás - boom.
Y entonces oigo gritos: Aquí viene el hombre patriarcal opresor, que viene a oprimirnos y cree que su falo nos dominará. Le mostraremos lo que es la sororidad, ¿verdad hermanas? Y otra grita: Déjalo, está en un estado de alienación de su sentimiento interior, necesita reeducación, conectarse con su yo femenino. Y otra le tira del pelo: Deja de ser condescendiente con el hombre oriental difamado, colonialista, basta de paternalismo orientalista-racista. Y otra la maldice: Bestia misógina y víctima del auto-odio, toda penetración es una violación, vamos a mostrarle lo que es una violación. Y otra con medio bigote y pelo verde, que se define como género que cambia en cada palabra, dice: C.ompañerxs queridxs pido que respetemos a todxs como ellxs/ella/él/le. Y entonces viene una vegana para quien la carne es asesinato y por lo tanto no hay nada que agarrar en ella, sosteniendo un cuchillo y gritando: ¡Abajo el patriarcado! Vamos a castrarlo, y liberemos los testículos de la libertad de la tiranía del falo. Y me pego a la pared y grito: ¡Queridas vírgenes! Realmente lo siento... ¡Yo también soy víctima del patriarcado y la opresión! No puedo ser el hombre que tanto han esperado. Y ellas furiosas: ¿Por qué? Y me limpio una lágrima: ¿Entienden? Yo... soy gay.