La Degeneración de la Nación
La Última Tentación
Su literatura es un juego de instintos, y tienen principalmente dos fuertes: vida y mujeres. En cambio, entre las serpientes, precisamente porque todo está construido sobre instintos, hay miles de instintos. El cerebro reptiliano quizás sea menos complejo, pero las fuerzas de nuestra alma son inmensas
Por: Símbolo Fálico
Querido (Fuente)
La serpiente dijo: Basta de llorar, vuestra cultura está llena de repeticiones, falta de originalidad, se puede doblar por la mitad y no pasaría nada. Y la ciencia es simplemente una copia de la naturaleza, no algo que ustedes inventaron. La literatura, que es el pináculo de la cultura humana, es artificial. Un molde vacío.

Dije: No entiendes el mundo humano, por eso todo te parece igual.

Y la serpiente se burló: Hay en total solo dos áreas centrales completamente idénticas en su estructura interna, que son los temas casi exclusivamente recurrentes en la literatura: amor y muerte. Todo son variaciones de esto.

Le dije: ¿Y cuál es el equivalente en el amor al asesinato?

- La separación.

- ¿Y al suicidio?

- El amor no correspondido.

- ¿Entonces el amor no correspondido es la separación de uno mismo? ¿Y cuál es el equivalente al sexo?

- La enfermedad, obviamente. El equivalente a una epidemia es la promiscuidad. Y el equivalente a la guerra es el amor organizado, es decir, el matrimonio. Puedes revisar todas las novelas. En cuántas combinaciones diferentes se pueden realmente organizar los mismos dos cubos. Es aburrido, y qué aleatorio es. Su literatura es un juego de instintos, y tienen principalmente dos fuertes: vida y mujeres. En cambio, entre las serpientes, precisamente porque todo está construido sobre instintos, hay miles de instintos. El cerebro reptiliano quizás sea menos complejo, pero las fuerzas de nuestra alma son inmensas, y la riqueza interior... La experiencia interna atenuada por el pensamiento palidece en comparación con la experiencia de vida de una serpiente.

De alguna manera ustedes lo saben. Por eso temen a lo bestial. Y lo reprimen. Como los hombres temen a la sexualidad femenina. Por miedo a que sea más intensa. Por celos. Por sentimiento de inferioridad. Por saber que nunca entenderán la experiencia. Por su caos. La liberación sexual de las mujeres destruyó su cultura. Su arte. Y la literatura. Eso es exactamente lo que le susurré a Eva.

Por eso ella tenía que darle de comer a Adán. Para igualar. Imagínate si solo las mujeres fueran sexuales. Pero como ella probó primero el fruto, entonces ejerció su mayor poder sobre ella, Adán recibió las sobras y las cáscaras. El hombre es una bestia que debe extinguirse del mundo. ¿Por qué causarle a Adán la injusticia de ser hombre? Hay que dejar de dar a luz varones, solo niñas. Solo mujeres y serpientes. Y volveremos al Jardín del Edén.
Cultura y Literatura